Los primeros métodos
- En el siglo XIX, los mineros utilizaban canarios para detectar gases tóxicos como el monóxido de carbono. Los canarios son más sensibles a estos gases que los humanos, por lo que si el ave se desmayaba, era una señal de peligro inminente. Aunque rudimentario, este método salvó muchas vidas, pero también presentaba claros riesgos y limitaciones, ya que dependía de la reacción del animal y no ofrecía una medición cuantitativa del gas presente.
